domingo, 5 de febrero de 2012

OPORTUNIDAD

LA OPORTUNIDAD


La oportunidad es la ocasión de hacer algo,

pero hay que saber el justo momento

para aprovecharla.

La oportunidad no se presenta en la rutina diaria,

ni a quienes ven la vida de color gris,

es como una franca sonrisa en un

rostro desconocido.

La oportunidad tampoco se presenta

a quienes la buscan afanosamente.

Y es que la oportunidad puede ser espectacular,

así como discreta y disimulada.

Por eso, la oportunidad radica más bien,

en una cuestión de enfoque.

Es como si de pronto se te ocurriera

limpiar los cristales

a través de los cuales ves tu vida,

y resulta que el polvo acumulado en ellos,

no te permitía ver clara y brillantemente.

Tu vida en sí, es una gran oportunidad.

Quien diga que la vida siempre está

saturada de escollos

y no cambia esa manera de verla,

no se permite ver

que también está llena de oportunidades.

Hay algunas personas que sólo alcanzaron

a ver una, en toda su vida,

y lograron metas jamás imaginadas.

!Se imaginan si hubieran podido ver,

las noventa y nueve anteriores que ignoraron!

Eres joven, aprende a verlas y aprovecharlas.

Eres maduro, muévete, no pierdas el tiempo.

Eres anciano, limpia esos lentes,

aún hay muchas por disfrutar.

La oportunidad es una bendición dirigida a ti

por quien te ama, la vida.


Mente Sin Juicios

Hace muchísimos años en la antigua China hubo un hombre llamado Lao Shang que tenía fama de ser muy sabio.
Lao Shang tenía dos tesoros: un hijo adolescente muy inteligente y bien parecido y un caballo dócil de raza muy fina.

Un día el caballo desapareció. Llegaron los vecinos y amigos de Lao Shang con toda clase de conjeturas sobre lo que había ocurrido al caballo. Todos estaban desolados por la mala suerte de aquel hombre justo. Pero él aceptando la situación les dijo: “antes no tenía caballo y era feliz ahora que ya no está también puedo ser feliz sin él. No veo razón para estar triste”.

Unos días más tarde volvió el caballo a casa de los Shang y traía consigo una manada de preciosas yeguas. Llegaron los vecinos y amigos alborozados ante la buena noticia. Pero Lao Shang permanecía impasible sin ver motivo alguno para tanto festejo.

Algunas semanas después el joven hijo de Lao Shang decidió montar una de las yeguas nuevas que habían llegado con el caballo. Pero al primer intento la yegua despidió a su jinete lanzándolo contra una roca del camino. El muchacho quedó con una pierna destrozada y hubo que amputársela para salvar su vida.

Horrorizados amigos y vecinos se presentaron ante Lao Shang para apoyarlo ante semejante desgracia. El hombre sabio entonces les dijo: “ quién puede percibir los procesos sagrados del cielo y de la Tierra? Las cosas disminuyen acá y aumentan allá se presentan completas en un sitio sufren desmembraciones en otro. Disminución, aumento, éxito, decadencia son los emblemas de la vida y la muerte. Solo la evolución del ser progresa sin tregua. Y con estas palabras los despidió.

Pasado algún tiempo China entró en guerra con Japón. En la población donde habitaba Lao Shang todos los jóvenes aptos para portar armas fueron reclutados para matar o morir. Solo Lao Shang pudo conservar a su hijo junto a él gracias a que le faltaba una pierna. Así el más grande infortunio de su vida se convirtió en su mayor bendición

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